En esta oportunidad hablaremos sobre una de las afecciones de la piel que más intriga a las personas y es conocida como vitiligo. Si te quedas hasta el final descubrirás y aprenderás sobre la fisiopatología de por qué ocurre esta condición. También abordaremos algunos de los signos y síntomas, cómo se diagnostica y cómo se trata de manera efectiva.
El vitiligo es una afección dermatológica fundamental que se caracteriza por la pérdida de pigmentación en la piel, siendo independiente de otras condiciones médicas. En otras palabras, constituye una entidad médica autónoma. La despigmentación cutánea, que se traduce en la ausencia de melanina en las áreas afectadas, es un rasgo distintivo de esta enfermedad.
Además, también se ha descubierto que se trata de una afección autoinmune adquirida, lo que significa que los pacientes no nacen con esta condición, sino que la adquieren más adelante en la vida.
Ahora, la etiología, es decir, la causa subyacente de por qué ocurre, no se entiende completamente. Está asociada con otras afecciones autoinmunes, como la enfermedad de Addison, la diabetes tipo 1 y las enfermedades tiroideas.
Se estima que esta patología afecta aproximadamente al 1% de la población mundial, y parece haber una predisposición genética para desarrollar esta condición. Esto significa que si hay antecedentes familiares, especialmente si un pariente de primer grado tiene esta condición, existe un mayor riesgo de padecerla en comparación con la población en general. La genética parece desempeñar un papel importante en la adquisición de esta enfermedad.
Hablemos de la fisiopatología detrás de lo que sucede con el vitíligo, está se relaciona con la epidermis, la dermis y las capas subcutáneas de la piel. En la dermis, se encuentran células llamadas melanocitos, que son responsables de producir melanina, el pigmento de la piel. La melanina es absorbida por las células de la piel conocidas como queratinocitos, que le dan a la piel su color. El vitíligo se manifiesta cuando los melanocitos son dañados o destruidos, lo que resulta en la pérdida de pigmentación en la piel.
¿Cómo se activa el vitiligo?
Por razones que aún no se comprenden completamente, las células del sistema inmunológico se activan y emprenden una ofensiva contra los melanocitos, las células encargadas de producir melanina en la piel.
Este proceso desencadena una destrucción autoinmune de los melanocitos. Con el tiempo, esta destrucción persistente lo cual conlleva a una pérdida gradual y progresiva de estas células.
Cuando los melanocitos son aniquilados, su capacidad de producir melanina, el pigmento que da color a la piel, se ve comprometida. Como consecuencia, se forman áreas de piel despigmentada. Estos parches suelen manifestarse en las superficies extensoras del cuerpo, como los brazos y las piernas, así como en zonas periorificiales, que incluyen alrededor de la boca, los ojos y la región genital.
Aunque en algunos casos los parches pueden ser más dispersos, a menudo siguen un patrón simétrico. Esta descripción brinda una visión general de la distribución de las áreas de piel despigmentada y dónde son más propensas a aparecer.
¿Cómo se ve la piel despigmentada?
Hablemos más específicamente sobre cómo se ve la piel despigmentada. La piel con vitiligo se presenta como una mácula o parche. Una mácula es una lesión cutánea plana de menos de 10 milímetros de diámetro, y un parche es una lesión cutánea plana de más de 10 milímetros de diámetro. Estas lesiones carecen de pigmentación y son claramente demarcadas, es decir, la frontera entre la piel normal y la piel despigmentada es evidente.
Las lesiones pueden variar en tamaño, desde milímetros hasta centímetros, y no tienen una forma particular. Pueden ser ovaladas, redondas o lineales. En algunos casos, estas lesiones pueden causar picazón, aunque no siempre, y algunos pacientes también pueden experimentar una sensación de hormigueo en estas lesiones.
¿Cómo se diagnostica y se trata el vitíligo?
En cuanto al diagnóstico del vitiligo, a menudo se basa en una evaluación clínica, observando las lesiones en la piel, como describimos anteriormente.
En algunos casos, se puede utilizar una lámpara de Wood para visualizar las áreas despigmentadas con más claridad. Si se tomará una muestra de la piel despigmentada y se realizará una histopatología, se observará una falta de melanocitos. Dado que existe una asociación con otras afecciones autoinmunes, también es importante evaluar otras condiciones autoinmunitarias, como la enfermedad tiroidea y la anemia perniciosa.
En cuanto al tratamiento, es importante proteger la piel despigmentada de la luz solar o evitarla en la medida de lo posible, ya que estas áreas son muy propensas a las quemaduras solares.
Para prevenir o reducir la destrucción de melanocitos, se utiliza la terapia con luz ultravioleta de banda estrecha. Además, se pueden utilizar algunos tratamientos tópicos, como los inhibidores de la calcineurina, como el tacrolimus y el pimecrolimus, y en algunos pacientes, se pueden recetar corticosteroides.
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